Fin de semana temático
(Publico con una semana de retraso porque blogia me estuvo boicoteando mis artículos la semana pasada. Así que retroceded un finde en vuestras mentes)
De un tiempo a esta parte los fines de semana son una caja sorpresas para mí. Basta que me plantee un tiempo de relax y sosiego, para no entrar en casa.
Este fin de semana prometía ser la celebración de mi cumpleaños, pero el destino nos había desperdigado por distintos parajes, lo cual hacía muy difícil concentrarnos para algo memorable.Un plan alternativo, como visitar la Feria de Abril en Zaragoza, no pintaba del todo mal.
Ahí estaba yo, dispuesta a probar el rebujito, el fino y lo que hiciese falta y sin saber bailar sevillanas.
Suerte que nos acompañaba mi amiga Mónica (profesora de sevillanas y de danza del vientre, a la par que profesora de francés) quien anima al más pintao, y tras mucho insistir, me vi aprendiendo los pasos básicos junto al tablao (no me animé a subir a las tablas, donde sólo bailaban los duchos en el tema).Poco a poco se fue formando toda una escuela de bailarinas novatas a nuestro lado, que seguían las instrucciones de Mónica. Al parar entre sevillana y sevillana, una de ellas le abrazó y le dijo: Eres nuestra ídolo, tía. Es la primera vez que hemos bailado sevillanas!!
Acabé la noche tomando ejemplo en trajes de flamenca y planeando las vacaciones estivales, en las que caben como posibilidad las costas españolas (siendo el Sur un destino que va tomando puntos a su favor) y las costas extranjeras (al Caribe, mi amoll).Al año que viene me planto en esta Feria o en la de Sevilla, habiendo aprendido a bailar sevillanas y con un traje de faralaes como Dios manda ole y ole.
Y para terminar el finde temático, el Domingo fuimos a ver a Sara Baras al Teatro Principal. Hacía mucho tiempo que no me iba de espectáculo flamenquito desde los buenos tiempos de Joaquín Cortés. Eso quitando el memorable concierto del Pollito de California.
Ella, en su línea impresionante. Ella y su trouppe. Yo embobada con lo que da de sí una falda, con su energía y con las manos que tocaban el cajón.
Salí de allí andaluza total, con unas ganas enormes de comprarme un cajón y un traje de flamenca. Las ganas del cajón se me pasaron al ver que la cajita cuesta unos 275 lo mismo que un traje de flamenca. Y el vestido siempre lo puedo llevar para trabajar cuando vengan de visita los alemanes, los japoneses o los que sean que queda muy typical detrás del mostrador del hall.
Eso sí, tendré que comprarlo amarillo con lunares verdes!!
4 comentarios
niña gusana -
A ver si me pongo a sacar cositas del baúl...
Sitos a los tres!!
valencia -
Olivia -
anro -